Cuando compramos un coche nos fijamos en características como el diseño, el color, la rapidez, la potencia, la tecnología, la confortabilidad, el consumo… pero también en la seguridad. Los fabricantes de vehículos inciden sobre todo en este último detalle: en investigar y desarrollar nuevas tecnologías que ofrezcan una experiencia de conducción más segura.
En otro artículo de Todo Mecánica hablamos de futuras tecnologías que se implantarán en los vehículos en un futuro no muy lejano. Hoy te presentamos los equipamientos tecnológicos con que cuentan la mayoría de los vehículos actualmente para conseguir reducir el riesgo de lesiones y evitar accidentes:
Sistemas de navegación
Actualmente, son muchos los coches que incorporan sistemas de navegación en grandes pantallas táctiles. Algunas marcas incorporan incluso Wi-Fi para que los datos del GPS estén actualizados constantemente (y así evitar atascos o pérdidas para llegar más rápido a su destino) y para facilitar la comunicación del conductor a través de su móvil.
Tecnología de ‘caja negra’
También denominada tecnología de grabación de datos. Es similar a las llamadas cajas negras de los aviones: sirve para registrar los datos del coche en un tiempo concreto. Es decir, el conductor puede tener información sobre los lugares por los que se ha movido y la velocidad de conducción. En caso de accidente, para las reclamaciones de seguros o en caso de juicios es muy útil. Este sistema de seguridad está instalado ya, junto con los airbags de cortina, en la mayoría de vehículos estadounidenses.
Airbags de cortina
Aunque los coches siguen incorporando los airbags en el salpicadero, los últimos modelos de coches también incluyen los llamados airbags de cortina, que se encuentran a la altura de la cabeza para garantizar, en caso de accidente, que las lesiones en dicha zona sean mínimas.
Neumáticos runflat
Este tipo de neumáticos permite seguir rodando unos 80 kilómetros (aproximadamente) tras una pérdida de presión o después de haber sufrido un pinchazo en carretera. Y pueden hacerlo sin cambiar su forma original y así mantener la seguridad de conducción.
Aparcamiento automático o asistido
El aparcamiento automático permite que el coche se aparque solo únicamente pisando el acelerador, sin hacer ninguna maniobra con las marchas ni el volante. Algunas casas (como Ford, por ejemplo) ya han incorporado esta cómoda tecnología en algunos de sus modelos.
Avisador de cambio de carril involuntario
Comprueban que el vehículo sigue por los carriles correctos, es decir, que sigue la trayectoria adecuada a través de unos sensores instalados en el paragolpes. En caso de no seguir la trayectoria marcada o de cambio de carril, el coche avisa al conductor mediante señales acústicas del despiste.
Se complementa con el sistema de aviso de circulación en sentido contrario (una tecnología que aún se está desarrollando para implantar en todos los coches en un futuro), que alerta mediante señales visuales y acústicas en caso de meterse en una calle o carretera en sentido contrario.
Control de crucero
Es un sistema de control de velocidad con el que el conductor puede fijar una velocidad máxima constante sin tener que pisar el acelerador durante el trayecto. Es bastante cómodo y seguro pero eso sí: se desconecta al pisar el freno. En algunas marcas es todo un clásico ya y lleva muchos años implantado.