Las nuevas tecnologías siguen creciendo e implantándose en todo tipo de industrias para hacernos la vida más cómoda y fácil. La agricultura no se queda atrás: también quiere sumarse al cambio tecnológico y lo hace con un tractor autónomo de aspecto deportivo.
A simple vista puede asustar. Nada tiene que ver con el pequeño tractor que tienen nuestros abuelos en el cobertizo de su campo, junto al resto de útiles y herramientas. Se trata de una mole enorme de más de tres metros de altura y once toneladas de peso con unos vigorosos ejes equipados con dobles juegos de ruedas. Una máquina muy fuerte… e inteligente.
El fabricante de maquinaria Case IH, propiedad del grupo americano CHN, quiere aprovechar estos avances tecnológicos para conseguir una mayor eficacia en la agricultura y ésta es su apuesta: un tractor autónomo capaz de trabajar las 24 horas del día.
El prototipo que ha diseñado Case IH fue presentado (junto con otro de la firma New Holland) en Iowa (EEUU) en septiembre y hace apenas unas semanas llegaron a Europa, concretamente a SIMA 2017, la feria de maquinaria agrícola que se celebra en París.
Todo un despliegue de tecnología que puede manejarse... ¡desde una tablet!
Ha sido fabricado sobre la base de un tractor convencional de alta potencia Case IH Magnum, que cuenta con un motor de 419 CV que alcanza una velocidad de 50 km/h. Prescinde de cabina para el conductor, un detalle que llama la atención aunque también han diseñado otro con cabina (para los más tradicionales). A cambio cuenta con todo un conjunto de radares, sensores, GPS, cámaras y luces LED para cumplir con sus tareas agrarias.
El agricultor sólo tiene que darle las órdenes a través de un dispositivo electrónico, como una tablet o un ordenador. A través de su interfaz interactiva permite planificar la trayectoria para trazar rutas y programar las tareas: sembrar, arar, recoger… Esta planificación puede hacerse en menos de un minuto y también puede ser modificada posteriormente. Eso sí, no hay que descuidar la tableta para saber dónde se encuentra el tractor en cada momento o saber cuánto combustible le queda.
Su interfaz también está preparada para ajustarse a las previsiones meteorológicas. Así, en caso de que se pronostique lluvia o cualquier condición meteorológica adversa, el tractor retrasará sus labores hasta que las condiciones sean las adecuadas para poder trabajar.
Algunos obstáculos para su lanzamiento
Un proyecto pionero, pero que cuenta con dos obstáculos bastante grandes que resolver aún. Uno de ellos es el de conseguir una homologación clara. Para ello, Case IH está negociando con las instituciones para lograr llegar a un acuerdo. El otro se refiere a la seguridad pues, en caso de accidente, no se sabe si sería responsabilidad del agricultor o del tractor (de la empresa, mejor dicho).
A pesar de ello, Case IH asegura que el tractor autónomo mejorará el rendimiento de una máquina tradicional un 5%. La firma americana seguirá trabajando para ofrecer al agricultor una mayor productividad a la vez que ahorra tiempo: mientras el tractor labra la tierra, la persona puede realizar otros quehaceres y sólo con mirar la tablet puede ver cómo van las tareas en el campo.
Mercado y precio
Cualquier país es bueno para que la innovación de Case IH consiga hacerse con un mercado óptimo. España puede ser uno de ellos ya que cuenta con muchas extensiones de tierra, si bien su uso resultará más efectivo en las grandes explotaciones agrarias de Estados Unidos, América Latina y Australia.
Su precio todavía es una incógnita. Su fijación dependerá de muchos factores que todavía han de resolver los principales directores de la empresa, entre ellos, la demanda, que ya han comenzado a estudiar a través de redes sociales y entrevistas.
Case IH quiere conocer la opinión de los futuros compradores potenciales (campesinos y agricultores) y para ello prestan atención a las reacciones que están teniendo sus vídeos y publicaciones en Internet y en las redes sociales, además de entrevistar a agricultores. El interés y la curiosidad que ha despertado entre ellos es bastante grande, pese a que no todas las respuestas son positivas.