La noticia se hacía eco a través de todos los medios el pasado viernes tres de marzo. El grupo automovilístico francés PSA Peugeot-Citroën compra Opel/Vauxhall a la norteamericana General Motors. El lunes seis de marzo se hacía oficial. Ambas firmas anunciaban la operación a la misma hora en sendas ruedas de prensa, una desde su sede en París y otra desde Detroit.
Tras semanas de intensas negociaciones, la adquisición se efectuó por 2.200 millones de euros. La operación se desglosa, por una parte, en la compra de Opel/Vauxhall por 1.300 millones de euros, y por otra la de la sucursal financiera de General Motors en Europa por 900 millones.
Con dicho trato, la intención de PSA es competir con la marca alemana Volkswagen y consolidarse como un gigante europeo en el sector del motor, pues con esta operación se convertirá en el número dos en el continente, arrebatándole este puesto a la también francesa Renault. Pero la cosa no queda ahí. Este nuevo grupo sería el noveno fabricante de coches a nivel mundial y el primero en España.
Mediante esta acción, el grupo PSA también quiere contribuir a acelerar la recuperación de Opel/Vauxhall, ya que su situación financiera es muy delicada. Y es que este grupo lleva 16 ejercicios económicos arrastrando unas enormes pérdidas que suman 14.150 millones de euros: 242 sólo en 2016, menos que los 813 millones que perdió en 2015. Para frenar las mermas de Opel, el consorcio francés desea llegar a vender cinco millones de vehículos antes del año 2020 y esperan que para esta fecha su flujo de caja sea positivo.
Reina la incertidumbre en las fábricas españolas
El grupo PSA tiene dos fábricas en España: una en Vigo y otra en Villaverde (Madrid). Opel posee otra en la localidad zaragozana de Figueruelas. Entre las tres plantas suman más de 13.000 trabajadores que ven peligrar sus puestos con esta absorción.
Desde los sindicatos de las fábricas de PSA y Opel de España creen que la compra traerá consigo miles de despidos y consecuencias aún más negativas en la economía nacional. Sin embargo, el presidente de PSA, Carlos Tavares, ha insistido en que se mantendrán las factorías de ambas marcas y en que se cumplirán los acuerdos firmados entre los sindicatos y General Motors. De hecho, será la fábrica de Vigo la primera en fabricar vehículos de las tres firmas.
Aunque el CEO también ha advertido de que la empresa busca mejorar los niveles de eficiencia de sus plantas. El pasado año, PSA fabricó más de 500.000 vehículos en sus plantas. Opel hizo lo propio en su factoría con algo más de 361.000 coches. Finalmente, UGT ha subrayado en un comunicado que las fábricas de PSA y Opel son “las más competitivas de sus respectivos grupos”, destacando también la gran complementariedad que tienen las tres. Con estas cifras y estos datos la eficiencia puede estar más que asegurada.