La economía colaborativa se está ampliando cada vez más en distintas sociedades del mundo. Los usuarios de todo tipo de servicios buscan de este modo salirse de las redes habituales para encontrar nuevas formas de satisfacer sus necesidades y gustos que no solo sean más baratas sino que les aporten otras sensaciones. En esta línea se creó Uber, una aplicación para compartir coche en las ciudades y para llevar a cabo todo tipo de desplazamientos en ellas. No obstante, no está exenta de polémica y en España entró en una guerra abierta con el sector del taxi, provocando el cierre de esta plataforma por parte de la justicia. Una problemática que ha sido habitual en la práctica totalidad de los países en los que se ha implantado.
Uber; sus orígenes y sus funcionalidades
El creador de Uber fue el canadiense Garret Camp, quien lanzó la plataforma en Estados Unidos en 2009 junto a otros compañeros. Así, en 2010 ya era una realidad en San Francisco y con miras a ampliarse no solo dentro de este país sino en todo el mundo. Actualmente ya tiene presencia en 76 países de todos los continentes y en más de 400 ciudades.
Uber puede ofrecer precios más asequibles que los taxis, entre otros motivos, porque al actuar como intermediario no paga impuestos ni las tasas propias necesarias para actuar como un taxi. Esto le ha llevado a todo tipo de denuncias por competencia desleal como la que se dio en España y que desembocó en su cierre. No obstante, ya han surgido otras plataformas similares como Carpooling, Carpling, así como otras como Bablacar, más usada entre ciudades, o Amovens.
Motivos del éxito de Uber
Por otra parte, para entender el éxito de Uber no solo hay que fijarse en el ahorro económico que pueda suponer o en las motivaciones de apostar por una economía colaborativa. Una de las cosas que más valoran sus usuarios es su funcionalidad. Con ella se puede pedir un coche a través de una aplicación gratuita que es capaz de buscar los que están más próximos y seleccionar el más conveniente. De este modo se evitan esperas y se consigue una máxima eficiencia. Otra peculiaridad es que los vehículos que se usan han de ser menores de cinco años, y algunos incluyen servicios como agua o snacks a bordo. Otra clara ventaja es que ni siquiera hace falta llevar encima dinero o tarjeta. Una vez que se finaliza el trayecto se paga a través de la aplicación misma. No existe ningún tipo de sobre coste como la tarifa de aeropuerto, o la bajada de bandera nocturna... aquí se paga solo por trayecto y tiempo. Además, los conductores de Uber no pueden ser cualquiera, han de estar dados de alta en la Seguridad Social, no tener antecedentes...