Conducir es un gran placer para muchas personas, aporta libertad, nos permite llegar a nuestros puestos de trabajo, así como encontrarnos con amigos o escaparnos hacia nuestras vacaciones, pero la carretera no está exenta de peligros y siempre es conveniente saber qué hay que hacer en caso de encontrarnos con un accidente en carretera. Tal y como indica la Dirección General de Tráfico (DGT), las tres pautas principales serían proteger, avisar y socorrer (PAS).
Qué hay que hacer y qué no en caso de accidente en carretera
Siguiendo estas directrices, tanto si el implicado en el accidente somos nosotros como si acudimos para atender a otras víctimas, algo a lo que estamos obligados si no queremos incurrir en un delito de omisión de socorro, lo primero será proteger. Esto implica intentar sacar de él a todos los ocupantes que no estén heridos y asegurarse de que se alejen del mismo y del lugar donde circula el resto del tráfico rodado. Como norma general, no hay que mover el vehículo siniestrado ni tampoco a los ocupantes que estén heridos, a no ser que haya peligro grave de incendio o que el automóvil esté en medio de la calzada y pueda ser evacuado de allí por nuestros propios medios.
También, hay que acordarse de no abandonar nunca nuestro coche sin llevar puesto el chaleco reflectante, así como colocar correctamente los triángulos. El primero lo pondremos a unos cincuenta metros por delante del vehículo o, lo que vienen a ser lo mismo, a unos cien pasos de una persona. Tiene que estar bien visible para que cualquier conductor lo vea sin problemas. El otro, sobre todo en carreteras de doble sentido, lo instalaremos otros cincuenta metros por delante del vehículo siniestrado.
Una vez que ya hemos hecho una primera evaluación rápida de la situación será el momento del segundo paso; avisar. Deberemos llamar al 112, explicar la situación y esperar la llegada tanto de los servicios médicos, como de los atestados policiales o de los bomberos si fuera necesario.
Y luego habría que socorrer. Aunque no seamos expertos en medicina, tal vez una primera actuación puede salvar la vida de los heridos. Nos acercaremos a ellos para evaluar su estado.
Nos puede servir el protocolo siguiente: alerta, verbal, dolor, no responde, que se puede resumir con las siglas AVDN. Esto nos puede ayudar a ver cómo evoluciona el paciente, si está consciente, si va perdiendo el conocimiento, lo cual podría ser un síntoma de lesiones internas. Es conveniente comprobar el pulso, la respiración, ver que no tenga nada en la garganta. Conviene no moverlos ni darles agua ni medicamentos. También debemos guardar la calma y recordar que el que más grita no suele ser el más grave.
