Un coche limpio brinda seguridad a su dueño. A simple vista, este es un enunciado unánime entre todos los conductores: es totalmente certero. El mantenimiento continuo del vehículo es una tarea indispensable en el ritual automovilístico. Se brindan diversas opciones, cada cual a gusto del consumidor y de su bolsillo. Pero pueden seguirse unos sencillos preceptos de actuación iguales para todos con los que mantener el coche en óptimas condiciones.
La limpieza del vehículo exige mimos tanto en el exterior como el interior. La carrocería está expuesta a cientos devicisitudes que pueden dañarla. Tras la retirada de manchas persistentes, puede plantearse el uso de una pulidora para un buen toque maestro. Cubos, esponjas, cepillos de diferentes tamaños y trapos limpios no han de faltar en este cometido. De igual modo, se necesitarán enseres más especializados como un champú especial de carrocerías o un renovador de plásticos.
A continuación, los bajos del coche pueden ser finiquitados mediante el uso de una manguera a presión. Hoy en día, todas las estaciones de servicio disponen de la infraestructura necesaria para la limpieza del vehículo. El parachoques, asimismo, es una zona que tiende a acumular bastante suciedad. Háganse estas labores siempre con la delicadeza que merece el coche, con el fin de no dañar la pintura.
Las llantas precisan especial atención. Requerirán un prelavado, limpieza y sellante de llantas. Las marcas genéricas tienen a disposición del conductor una infinidad de productos a precios competentes. Con buen hincapié en el binomio calidad/precio, podrá utilizarse un buen arsenal de artículos para facilitar la labor.
Un buen aspirador será útil para limpiar el maletero y las demás zonas del interior del vehículo. En primer lugar, ordénense los efectos que disponga el maletero. Después,retírense la moqueta, la rueda de repuesto y las herramientas para eliminar de forma sencilla la suciedad que se ha ido acumulando en todos los rincones.
Es el momento de las alfombrillas del suelo. Si son de goma, pueden limpiarse con mangueraa presión. Se podrán necesitar acondicionadores de gomas interiores, eliminadores de olores o un disolvente para manchas rebeldes. Esta zona del interior representa el principal grueso de trabajo de la labor de limpieza del vehículo. Mediante el uso de una aspiradora, no ha de dejarse ningún pliegue o ranura sin adecentar. Puede sopesarse la opción de alquilar una máquina de inyección-presión.
Para concluir la faena, puede utilizarse un buenlimpiacristales o pulimento para darle un toque a los cristales. Como broche final, una pasada por el autolavado. Por fin, el coche estará en óptimas condiciones. Junto a una revisión de la presión de los neumáticos, la limpieza del vehículo habrá resultado un total éxito. Es hora de reposo para el coche y su conductor.