Os presentamos estos fantásticos consejos que pueden reducir drasticamente el consumo de combustible de tu vehículo.
Carga y Aerodinámica
Antes de iniciar un recorrido conviene vigilar el control de la carga y la aerodinámica del vehículo.
Introducir mucho peso de carga en un vehículo o colocarlo en el techo requiere un mayor esfuerzo del motor repercutiendo en un incremento del consumo. Circular a 120 km/h con carga en el techo puede aumentar el gasto de combustible un 39%.
Arranque del vehículo
Para arrancar el motor de un vehículo conviene girar únicamente la llave sin necesidad de pisar el pedal del acelerador.
A continuación, se muestra una imagen detallada según el tipo de combustible de nuestro vehículo:
Cambio de Marcha
En los motores de gasolina el cambio se tiene que realizar entre las 2.000 y las 2.500 revoluciones. En los diésel el cambio óptimo se sitúa entre las 1.500 y las 2.000 vueltas por minuto.
Llevar el motor a un régimen adecuado no sólo reduce el gasto de combustible sino que también la contaminación acústica. Así, un coche con el motor a 4.000 revoluciones hace el mismo ruido que 32 coches a 2.000 revoluciones.
Paradas
El motor no consumirá nada si el vehículo presenta inercia y el usuario mantiene una marcha engranada. Por el contrario si se deja al ralentí y en punto muerto el motor sí gasta combustible.
Subidas y bajadas
Cuando el usuario inicie la ascensión de un puerto de montaña o una pendiente inclinada deberá llevar la marcha más larga posible. El conductor deberá pisar el pedal del acelerador hasta algo más de la mitad de su recorrido.
Otros consejos
Circular con la luneta térmica activada supone un incremento del 3% del gasto de combustible. Este gasto aumenta un 25% si se enciende el aire acondicionado.
Fuente: elmundomotor