Es un hecho que los frenos carbocerámicos son los que las mejores marcas están utilizando a día de hoy en sus modelos de alta gama. Hoy vamos a explicaros el por qué estos frenos de alta calidad se fabrican con estos materiales.
Su composición, como bien su nombre indica está fabricado con un composite cerámico que se adhiere y se pega a las fibras de carbono para mejorar su resistencia. En este caso, el carburo de silicio se encarga de aportar la rigidez suficiente para evitar posibles fracturas futuras por el alto nivel de fricción que soporta y para incrementar su aguante respecto a las altas temperaturas. El proceso de fabricación de estos discos carbocerámicos dura más de una semana ya que hay esperar a que actúen tanto los materiales para su fabricación como las altas temperaturas a las que estos discos tienen que someterse para su formación y endurecimiento.
Esta fabricación y tecnología no es nueva, ya que en los 80 esta tecnología saltó al mundo de la Fórmula 1. Aunque en el mundo de los vehículos de producción este tipo de tecnología fue implementada más tarde, los fabricantes esperaron al cambio de siglo, y llegaron en 2001 con el Porsche 911 GT2. Los frenos Porsche Ceramic Composite Brakes (PCCB) habían sido desarrollados con la ayuda de SGL Carbon, una empresa pionera que años más tarde formaría una asociación con Brembo (BSSCB) y actualmente son referentes en este tipo de frenos.
Actualmente las marcas asociadas Brembo y SGL Carbon hacen dos tipos de discos cerámicos diferentes. Podemos distinguir entre los CCM, (Ceramic Composite Material) en los que la pastilla actúa directamente sobre la superficie del disco. Algunas marcas como Aston Martin, Ferrari, McLaren, Maserati, Pagani o Jaguar utilizan este tipo de frenos. Por otra parte, están los CCB (Carbon Ceramic Brakes), que cuentan con una capa cerámica adicional y es utilizado principalmente por marcas del Grupo VAG como Audi, Bugatti, Lamborghini, Porsche y BMW.
Las ventajas de los frenos de disco carbocerámicos son muy óptimas para su uso y disfrute. Pesan un 50% menos que los discos tradicionales de hierro y el peso ligero que tienen siempre es una de las claves en los supercoches. También son mucho más duraderos, se dicen que pueden tener una vida de unos 300.000 kilómetros, aunque dependerá del uso que se les dé. La eficacia también es una de sus características, pues ayudan a reducir las distancias de frenado.
La resistencia de los frenos cerámicos es sin ninguna duda la mejor del mercado y aguantan altas temperaturas sin que haya deformaciones en el disco, aguantan tanto que pueden soportar más de 1.300º. Respecto a los discos de hierro convencionales, se reduce hasta un 90% la emisión de polvos finos y también mejora en términos de ruido y vibraciones.
En resumen, se trata de unos frenos con los que se obtiene el máximo rendimiento cuando se hace un uso intensivo, motivo por el que solo los vemos en la gama de los superdeportivos.
En un vehículo común en el que se va a hacer un uso normal de frenada no sería conveniente instalar frenos cerámicos. La primera desventaja es porque funcionan mejor a temperaturas altas, ya que se hace un uso elevado del freno en cualquier situación de competición y en situaciones ordinarias cuando los discos estén fríos serían incluso menos eficaces que unos de hierro. Otra gran desventaja es su precio, el complejo proceso de fabricación y su alto coste hace que estos frenos estén al alcance de pocos bolsillos.
Los modelos de alta gama que los equipan de serie tienen un precio superior a los 200.000 euros y en los coches que se ofrecen opcionalmente suelen ser un extra por el que hay que desembolsar más de 12.000 euros. En concreto, el BMW M4, lleva los frenos carbocerámicos M que cuestan 12.218 euros. Claramente es un elemento muy caro, pero a la vez muy recomendable para modelos de altas prestaciones en los que las velocidades también son bastante altas y necesitamos un sistema de frenado acorde a ese tipo de velocidades.
Os vamos a dejar un video explicativo para que podáis ver de qué forma se fabrican estos exclusivos frenos carbocerámicos y entendáis los elevados precios que tienen en el mercado.