Sirenas de ambulancia, luces de coches patrulla… Cuando percibimos tales señales en la carretera o en una vía urbana ya sabemos con qué nos vamos a encontrar: un accidente de tráfico. Muchos no sabemos cómo intervenir ante una situación estremecedora como son los accidentes. Sin embargo, las cifras de muertos en carretera podrían reducirse si un 20% de la población supiera cómo proceder, según datos de la Cruz Roja.
En ambos escenarios es muy importante saber cómo actuar: mantener la calma y seguir una serie de pasos es fundamental para ayudar a salvarle la vida a los accidentados o a que sus heridas no se agraven. Para ello, no debemos olvidar el Protocolo PAS (Proteger, Alertar, Socorrer). ¡Vamos a recordarlo!
Repaso del Protocolo PAS
1. Proteger
Nuestros reflejos y la calma serán claves para ello. Hay que frenar a tiempo y no sumarnos al accidente. Además, también cabría avisar a los conductores que vayan detrás de nosotros con las luces de emergencia. Son dos pequeños gestos que pueden evitar una colisión múltiple.
Asimismo, convendría apartar el coche de la vía y aparcarlo en algún lugar en que no moleste ni a la ambulancia ni a los demás conductores (fuera de la vía o en el arcén), colocando también los triángulos a una distancia mínima de 50 metros del lugar del accidente (en curvas o cambios de rasante se necesitarían mínimo 100 metros).
Si es de noche o la iluminación de la zona es escasa, dejaremos las luces de nuestro vehículo encendidas para iluminar los vehículos que han sufrido el accidente.
No olvidemos ponernos el chaleco reflectante para resultar visibles a los demás conductores y así evitar el riesgo de que nos atropellen. Tras esto hay que inmovilizar y desconectar los vehículos siniestrados para evitar que se incendien. Por este mismo motivo, evitaremos fumar en la zona.
2. Alertar
Una vez protegida la zona, hay que llamar a los servicios de emergencia (112) o a la policía (nacional o local). Aunque lo habitual es llamar al 112, no importa a quién alertemos, ya que todas estas unidades se avisarán entre ellas del siniestro. Debemos indicarle al sanitario o al agente todos los datos que nos pida, que serán:
-Nombre de la carretera y punto kilométrico en que ha tenido lugar el accidente.
-Número de coches siniestrados y su situación.
-Número de heridos y el estado de los mismos.
-Si hay alguien atrapado en el interior de un vehículo.
-Número de implicados (aunque físicamente parezcan encontrarse bien, pueden ser atendidos por ansiedad o nervios).
-Si se sabe, tiempo transcurrido desde el accidente.
También debemos identificarnos y dar nuestro número de teléfono, ya que hasta que llegue alguna ayuda, la única persona que puede proporcionar información del siniestro es la que lo presencia. Hasta que nos lo indiquen, no colgaremos el teléfono.
3. Socorrer
Hasta que lleguen los servicios de emergencia, podremos atender a las víctimas. Hay que hacer una primera evaluación para atender primero a las que estén más graves. Comprobaremos si están conscientes (y hay que conseguir que se mantengan así hasta que llegue la ayuda, hablándoles, preguntándoles sobre lo ocurrido, tranquilizándoles…), si tienen pulso (usando los dedos índice, medio y anular sobre la arteria carótida), si respiran y si tienen algún traumatismo o hemorragia grave. No hay que sacarlos del vehículo ni moverlos, salvo que el coche se incendie o corran algún peligro de muerte. Tampoco hay que quitarle el casco a los motoristas.
No hay que olvidar que no se les puede dar bebidas, alimentos o medicinas a los heridos, aunque es conveniente aflojarles la ropa y los accesorios (relojes, colgantes, pulseras…) que les molesten y taparlos con una manta para que el cuerpo no pierda su propio calor y, en especial, si han sufrido una hemorragia. En este caso, hay que presionar la herida con un trapo limpio durante 10 minutos. Cuando se empape de sangre, hay que poner otro trapo encima.
Si a alguna de las víctimas le cuesta respirar, hay que asegurarse de que no tenga ningún objeto en la boca o en la garganta. Acto seguido, si el herido respira con dificultad podemos realizar una maniobra de reanimación cardiopulmonar (RCP), más conocida como boca a boca, para intentar abrir las vías respiratorias, siempre sin mover el eje de la columna vertebral. Si no tenemos conocimientos de reanimación, lo mejor es esperar a que lo haga un profesional sanitario cuando llegue.
Si presentan quemaduras, no hay que retirar la ropa aunque esté quemada ni romper las ampollas. Se aconseja lavar la zona con agua fría durante 10 o 15 minutos y después envolverla en un trapo o una gasa estéril (según el tamaño de la herida), además de colocar al herido de manera que la quemadura no roce con otra superficie.
En caso de fracturas puedes improvisar una tablilla con los dos triángulos del coche y dos cinturones o con una tabla, revistas, es decir, algo rígido sujetado con un cinturón, vendas, pañuelos… lo que más a mano haya en el coche. Si crees que la lesión se ha producido en la columna, no muevas al herido bajo ningún concepto: podría provocarle parálisis.